Marcia Salas Art
Marcia Salas artista visual. Amante de la buena cocina, gordita desde sus primeros pasos. Exorciza su celulitis y sobre peso através de una serie de autoretratos, donde el mordiente es el trazo y la repetición la cura.http://360.cr/pecado/
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viernes, 11 de agosto de 2017
miércoles, 9 de marzo de 2016
“Hay que cultivar mujeres valientes”
Entrevista
con la artista plástica Marcia Salas Vargas, galardonada con el Premio Nacional
de Cultura Francisco Amighetti de Artes Visuales 2015
Ministerio de Cultura y Juventud destaca a Salas
Vargas como parte de las conmemoraciones del próximo Día Internacional de la
Mujer, 8 de marzo.
San José, 07 de marzo de 2016. El camión de la mudanza estaba pronto a llegar a su destino. Era
el año de 1975, y el día de Navidad estaba muy cerca. Mis hermanos y yo íbamos
sobre colchones en la parte trasera de aquel camión; era de madrugada, y los
rayos del sol se colaban entre las piezas de madera que formaban aquella
estructura; lo que nos permitía admirar aquel hermoso paisaje al amanecer.
A
lo lejos se veían las montañas sobre el Río Térraba; de pronto, alcancé a ver
las palmeritas que se asomaban sobre la cordillera, por encima de aquel río,
que parecía una serpiente. Como yo no conocía serpientes, en aquel momento
imaginaba que aquel caudal asemejaba una gran lombriz; de esas sí había visto
bastantes en la ciudad.
El
primer día, después de la mudanza, descubrimos un patio maravilloso; donde
conocí las plantas de yuca, el mamón chino, diferentes árboles frutales propios
de aquella zona e incluso un sitio mágico, que luego bautizamos como “el bosque
de los limones”; un espacio abierto donde había decenas de árboles de limón
dulce, cargados de dulces frutos, cuyas ramas rozaban el piso y formaban
cuevas. Paso Canoas era un sitio especial, donde nos rodeábamos de niños muy
sencillos, podíamos andar a caballo, vivíamos entre vacas y hasta toros;
también fue donde conocimos la devoradora marabunta.
Al
menos una vez al mes, papá viajaba con nosotros a San José, y tal vez eso fue
lo que me hizo comenzar a pensar más en el arte: el paisaje que se proyectaba
en la ventana del carro y que observé con tanta atención; en lo que viajaba,
veía los caballos y las vacas enmarcados en aquella ventana y precisamente la
pintura es lo que más se le parecía a aquel paisaje.
Se describe a
sí misma como una persona simple, sencilla, proveniente de un hogar humilde, de
padres que le inculcaron una educación basada en valores; así es Marcia Salas
Vargas, galardonada con el Premio Nacional de Cultura Francisco Amighetti de
Artes Visuales en la Categoría Bidimensional, por la exposición “Pecado
Original”, la más reciente muestra de una serie de autorretratos, en la técnica
de grabado, que “elabora una propuesta muy sugestiva del revestimiento por
medio del vestido del estereotipo femenino del modelo estructurado”, según destacó
el jurado del galardón.
“Pecado
Original” se une a un grupo de muestras en las que la artista “exorciza su
celulitis y sobrepeso a través de una serie de autorretratos, donde el
mordiente es el trazo y la repetición la cura”, tal como lo indicó su creadora.
La serie inició en el 2000 con “Virtudes y pecados”; continuó en 2002, con “La
virtud de pecar” y en 2005 llegó a ofrecer “Pecados virtuales”, muestra con la
que Salas recibió el Premio Nacional Aquileo J. Echeverría de Artes Plásticas.
Después de su
experiencia familiar en Paso Canoas, Salas regresó a San José, cuando entró a
la Universidad de Costa Rica, en 1985, a la edad de 17 años. En aquel entonces,
ingresó a la Escuela de Artes, específicamente Arte Gráficas; sin embargo, se
dio cuenta que esa carrera no la satisfacía, por lo que decidió estudiar las carreras de Pintura y Grabado.
Hasta la
fecha, Salas ha ofrecido 21 exposiciones individuales y ha participado en 90
exhibiciones colectivas; asimismo, ha recibido nueve premios nacionales y tres internacionales.
El
“Pecado Original” de Marcia. El taller de
la artista Marcia Salas, es un aposento en su casa de habitación, ubicada en
los alrededores del Barrio Roosevelt. Se trata de una casa en la que
inicialmente se abrió espacio total al taller, pero que con el paso de los
años, la extensión del área de trabajo empezó a reducirse para dar cabida a una
familia, integrada por ella, su esposo, Minor Arias; su pequeña hija, María del
Mar, e incluso su mascota, una perrita llamada Frida; todos, personajes
representados en la muestra “Pecado Original”.
En ese
taller, conviven armoniosamente las pinturas y los pinceles, su mesa de
trabajo, las prensas para los grabados, los juguetes de María del Mar, y sus
dibujos; los recortes de periódicos, los zapatos y hasta la ropa colgada, que
se seca con el calor del sol; reflejo del contexto familiar en que se
desarrolló “Pecado original”.
En las obras
que conforman la muestra, se puede encontrar a su “Evo”, Minor Arias, que le
ofrece a Marcia una manzana; ella se voltea y le entrega una sopa de frijoles;
metáfora del intercambio. “Es esta colección no solo se incluye la desnudez,
sino que se muestra a la mujer como una fantasía, con sus vestimentas e
involucrando también el folclore”, agregó la artista.
María del Mar
representa a su “menina” en una de las obras de la colección, junto a su
sobrina; mientras que Frida toma un papel secundario en dos de las obras de la
artista, “Labriega sencilla” la “Las Infantas Salas”.
La
circunstancialidad de la belleza. Descrita a sí
misma como “amante de la buena cocina y gordita desde sus primeros pasos”,
Salas afirma que la belleza “es un punto de vista y es circunstancial, porque a
través de la historia, las medidas de lo que es bello, cambian. La belleza es
muy relativa; hay una magia de fondo, que tiene la personalidad de cada ser,
que en su interior lo hace ser hermoso, siempre”.
“Uno a los
veinte años tiene la belleza de la juventud, pero a los ochenta, esa belleza ya
se ha ido; sin embargo, a los ochenta años, también podemos ser muy bellos y
encantadores, entonces, depende del punto de vista”, afirmó.
“Tenemos que
educar a la niñez y a la juventud a ver más allá de los estereotipos. Me da
mucha esperanza e ilusión la niñez, porque por ejemplo, mis exposiciones
estuvieron disponibles en el Museo de los Niños, por lo que fueron contempladas
por muchos niños y niñas, y nunca se censuraron. Llegaban las mamás con sus
niños a observar las obras”, agregó la artista.
“Lo más
importante es educar, porque siempre habrá personas que nunca van a salir de
los estereotipos, pero una nueva población, con un nuevo punto de vista, es
nuestra salvación”, indicó.
Mujeres
empoderadas. En el marco del Día Internacional de la
Mujer, que se conmemora el 8 de marzo, Marcia Salas explicó que la mujer de hoy
“tiene que ser auto determinada. Definitivamente. Ser gestora de sí misma; no
esperar que alguien le solucione la vida. Decir, voy a hacer esto y lo hago,
porque no podemos pretender que el papá, la mamá o el gobierno, hagan las cosas
por uno”.
“Una vez gané
un premio en la escuela, por un retrato de mi familia. Me premiaron con una
antología de Pablo Neruda, un libro muy grueso, como nunca antes había visto.
Al final del patio, sobre una piedra, abrí el libro y me encuentro el poema
“Veinte”, lo leo, y pienso “¿Qué es esto tan precioso? Es como un cuento lleno
de espacio, donde puedo hacer dibujitos alrededor”. Corrí a la biblioteca de mi
papá y saqué todos los libros de poesía que me encontré. La referencia de que
era poesía no eran en sí las palabras, sino la cantidad de espacio blanco que
enmarcaba aquellos textos. En eso veo “Los pasos terrestres”, de Julieta
Dobles, acompañado con los dibujos de Sonia Romero. Aquellos dibujos
maravillosos eran divinos y sustanciosos, por lo que traté de copiar cada una
de aquellas estampas, con el deseo de algún día poder llegar a dibujar como
Romero”, expresó Salas.
“Si una niña
decide ser artista, indiferentemente de lo que suceda en su entorno, lo va a
llegar a ser, porque la decisión es superior a la mecánica; cuando uno quiere
algo y trabaja por eso, lo llega a cumplir. Eso es lo que pienso, hay que
cultivar mujeres valientes”, concluyó la galardonada.
Los Premios
Nacionales de Cultura son galardones que otorga anualmente el Estado
costarricense, a través del Ministerio de Cultura y Juventud, para reconocer la
trayectoria de trabajo, esfuerzo, tenacidad y la excelencia a la que han
llegado personas, grupos artístico-culturales, intérpretes populares, así como
otras organizaciones de base comunal, en diferentes disciplinas culturales.
La gala de entrega de los
Premios Nacionales, tendrá lugar el 25 de mayo, a las 7 p.m., en el Teatro
Nacional de Costa Rica.
Producción
- Oficina de Prensa y Comunicación - MCJ / Consecutivo 074 / FEM / 07-03-2016
viernes, 18 de septiembre de 2015
“Pecado Original”
Marcia Salas
Expo: Pecado
Original
Artista: Marcia
Salas
Lugar:
Galería Nacional, Museo de los Niños.
Inauguración:
Viernes 4 de setiembre 2015.
Hora: 7pm
Tiempo del
montaje: del 4 al 30 de setiembre 2015.
Grabados de gran
formato, 17 piezas.
Su gráfica se caracteriza por una búsqueda constante y reflexiva entorno al
cuerpo, sus obras en su mayoría de gran formato (225cm x 145cm la máxima) reta la estampa con volúmenes virtuosos que
invitan al autoanálisis de la propia condición humana, sobretodo de género y
mitos de y el tabú de las medidas
ideales, como en el 2000 con “Virtudes
y pecados”, en el 2002 “La virtud de pecar”, en el 2005 “Pecados
Virtuales” obra que cosecho el Premio Nacional Aquileo J. Echeverría de
Artes Plásticas en Grabado, y en el 2015 nos entrega “Pecado original”,
donde reenfoca su mirada a nuevos estados de vida como mujer, novia, esposa,
madre, para llegar de nuevo a la artista, logrando que el espectador dialogué
con su biografía intima y su humanidad ilusionista.
En algunas obras se apropia de las múltiples representaciones
históricas, como “Las tres gracias” con sus “Las tres Marcias”,
en una de ellas porta la esperanza, su embarazo.
La reinterpretación de uno de los detalles
de “El jardín de las delicias”, en “Contigo bailo la mascarada con
maracas de cerezas”, tiene un elemento que en otras
obras se obvia, los pies, se retrata a si misma de manera conceptual con
su esposo Minor Arias Uva, escritor lírico y amante de las mascaradas
costarricenses, ella agrega: “los pies en tierra en una danza eterna, para se
viva lo real y el compromiso terrenal de hacernos reír mutuamente”.
Salas no desdibuja ni edita sus cicatrices corporales,
las acentúa, y igual que en su cuerpo las exhibe como triunfos sobre la vida,
sus huellas son iconos, y agrega: “me gustan mis marcas, cada una me
recuerda por que estoy viviendo, la de la pierna por mis padres cuando nací; la
de la rodilla por andar en bici, viendo el niñito que me gustaba, la ilusión; la apéndice por las semillas de guayaba, es el
gusto por la comida; la cesária por mi
princesa, que es el verdadero amor y la vesícula por que tenía que acordarme
que hay que seguir viviendo”.
En “Mi
corazón es un mango”, una alegoría a la gestación, su rostro esta estampado
un pájaro, como símbolo de la libertad y de una vida consiente de los que se
quiere. En la segunda parte de su embarazo, el primero de junio de 2009, convulsiona un par de veces por eclampsia (presión arterial extrema en
el embarazo) y le hacen una cesárea
de emergencia, su bebita nace con casi
30 semanas de gestación, y de 1050grs, las dos se salvan, Salas vive un proceso
de compromiso total con su maternidad por la presatures de la niña, que la hace retirarse
por tres años de la gráfica, pero a su regreso en 2012 es invitada por el
Municipio de Alcorcón, Madrid, España,
en una individual llamada “Todas + Todas es = a TODOS”, donde los
colegas ibéricos grabadores se sorprenden por la dimensión, y la sencillez del
proceso de la estampación.
Su técnica es extremamente simple y agrega:
“Para la monotipia entinto
un cartón prensado sin talla, donde sobrepongo el pelón, y através del dibujo con
un lápiz grafito suave, hago los primeros trazos, que son los responsables de
la estampa y continuo haciendo acentos con lapicero negro; hay que tener una
católica paciencia tipo claustro, que yo heredé de mi tía Sor Landy, y después
de 10 a 14 horas trabajo, quitas el pelón, y ahí esta el fruto del esfuerzo de tus
rodillas y de tu alma.”
De niña vive
en el trópico húmedo de la Zona Sur, en la frontera con Panamá, (La pollera de
los quince”) un pueblo tico-panameño que le da ese variopinto universo, y el
sabor de alguien que crece sin apuro urbanos; cabalgatas sin fin en las anchas
fincas de sus amigas de infancia.
En 1987 ingresa a la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Costa Rica, y estudia formalmente las carreras de Pintura y Grabado. Ha realizado veintiuno exposiciones individuales.Tiene noventa exhibiciones colectivas, diez premios a nivel nacional y tres internacionales, le acompañan, entre ellos: Premio Nacional, Aquileo J. Echeverría de Artes Plásticas en Grabado. Primer lugar “Certamen Universitario”, Universidad de Costa Rica. Primer lugar bidimensional “Dinorah Carballo”, en el Primer Salón Anual de la Asociación Costarricense de Artista Visuales. Segnalato, “Pantagruel Exlibris”, Centro de Cultura y Tradiciones de los Alpes Occidentales, Provincia de Cuneo, Italia; Premio al Mérito, “Internacional Postage Stamp. Desing Contest”, Ministerio de Correo y telecomunicaciones de Japón, Tokio. Japón. “Asociada honorífica” del Centro Español de Arte Gráfico y miembro Fundadora de la Asociación Costarricense de Artistas Visuales.
Trinidad Rivera de Pilón,
agosto 2015
Todas + todas = todos
Todas + todas = todos
Auto - Trazos de Marcia Salas
María E. Guardia Yglesias
Comisaria
“Mi figura
parte del paisaje citadino,
volúmenes
tortuosos, tentaciones de Rubens,
atención
de ojos que bailotean mis
caderas.”
(Pecados virtuales, sfch.)
El autorretrato es una
manera de dejar una huella, una constancia de la existencia, es una forma de
revelarse, es testimoniar y
contar cómo y qué somos.
En la Edad
Media, los artistas no firmaban sus obras, pero
muy a menudo se pintaban a sí mismos
dentro de la escena. A su vez, en el
Renacimiento, una de las
costumbres consistía en que el artista se incluyera dentro de un gran cuadro o
firmara sus obras y, para reforzar su autoría como un derecho, se incluía en la
escena también. De manera contundente, Marcia Salas también se introduce en
escena de cuerpo entero y, además, haciendo una copia al carbón, se retrata
doble. Es, se podría decir, una imagen espejo, pero, al contrario de ésta, la
imagen no se refleja adelante, sino que se superpone detrás de la otra.
En
un sustrato casi transparente, la artista realiza lo que llama mono-tipias al trazo, generalmente con materiales diversos, da
color, pega o estampa. En estas obras, Marcia Salas aparece revestida de sus atributos físicos
característicos que ella además se divierte en resaltar. Su
físico, con volumen o sobrepeso, lo asume
como algo natural, es su naturaleza, no reniega de ella y con ironía se
mofa cuando escribe: “! Gordita linda! ¡rica
de mi alma! Me gritan.” (en el poema Virtud de pecar). ¿ Será que seré
una mujer de extremos/ y me resisto
al médium?/ (en Pecados
virtuales)
En obras como las de esta exposición, podemos percibir la
madurez técnica y artística de esta
costarricense, quién hizo estudios
de pintura y grabado en la Universidad de Costa Rica y, además de haber
realizado dieciocho exposiciones individuales y numerosas colectivas tanto a
nivel nacional como internacional, ha sido nueve veces galardonada por sus obras.
Aunque Marcia no utiliza la luz para capturar la
imagen como lo hace la fotografía, sí podemos afirmar que en sus monotipias, sobretodo
en las chicas grandes -como ella
llama a las de gran formato -, la luz es esencial para crear la transparencia
y, como en los antiguos patrones de vestido, pinta y repinta sobre el pelón para
que quede marcado al revés, que a su vez, se convierte en derecho, creando una
obra muy sui-generis. En
algunas, la luz se filtra a través del material traslúcido, formando un fuerte
contraste con las zonas de sombra.
Las bellas
damas de Marcia no representan damas de la nobleza, cortesanas o heroínas de
la mitología. Más bien, sus figuras testimonian o celebran la belleza más allá
de las formas y medidas establecidas por la sociedad. Todas las chicas grandes, tienen identidad, son
Marcia Salas y, de alguna forma, son Afrodita. Y, parodiando a una escritora
conocida, creo que la artista no puede separar el erotismo de la comida y,
pretende seguir disfrutando de ambos mientras las fuerzas y el buen humor lo
permitan.
Incursiona en la poesía, se deleita, se
cuestiona también, pero sabe que su mundo es la pintura: “Frente al teclado
enfrento la soledad de la palabra, ¿que le diré? /Mi monitor se queja, bosteza,
ríe. /Mis dedos pintores digitan con torpeza esto.”, y concluye: “Porque no hay nada que hacer,/ por que
sabemos que después de esto,/ seguiré pintando”. (en Destino)
“Cuando
sea vieja seré la excéntrica de la casa./Seré artista aun no vencida por los
años,/la primera que se entusiasma por el alba, y da/ la bienvenida al a la
noche, y en su transcurso /daré luz a nuevas obras, que engrosaran/ carpetas,
curiosidad entre coleccionistas y/ amigos.” (en Futuro perfecto).
En esa poesía nos revela también, cómo
la rebeldía se ha apoderado de ella desde siempre: “De mí se esperó algo que
aun no soy…/Se esperó que fuera hombre/y fui mujer…//Entonces de nuevo se
esperó…/Y aun no ordenada, ni sumisa.//Y el siempre sí,/con un considerable no”.
(en la poesía Ni).
Pero, además se descubre apasionada
amante: “Volvería,/ a
tatuar tus brazos de hojas de olivo./ A imprimir cien veces la forma de tus besos. / A delinear en mi mente nuestros últimos
sueños.// (en Locura plástica).
Hace mucho, la relación entre Marcia
Salas y el arte bidimensional entró en una nueva fase: su trabajo como artista
la hace sentirse libre y poder disfrutar de cerca a los que ama: Chiquita y a Minor, asi como lo que ama: el lápiz, el pincel, el rodillo y la
buena cuchara en la cocina. Pinta, repinta, traza y, como ella misma dice, sus
ropas y su piel se visten de muchos colores, como la primavera.
Estos auto – trazos, evidencian que Marcia es consciente de la
importancia de la locura de crear, de lo bello de la existencia y de hacerlo conscientemente,
y así disfrutar de los suyos, de la maternidad, de la sensualidad, de lo que la
rodea, y, sobretodo, de poder reírse de sí misma, y de la aventura que es
vivir.
lunes, 7 de septiembre de 2015
Invitación
Adana Salas, monotipia al trazo, 210x110cm
"La artista", monotipia al trazo, 220x145cm
"La musa", monotipia al trazo, 215x110cm
Contigo bailo las mascaradas con maracas de cereza", monotipia al trazo, 225x145cm
"Evo Arias", monotipia al trazo, 215x110cm
"Huesos", monotipia al trazo, 200x100cm
"Divina familia", monotipia al trazo, 215x145cm
"Pollera de los quince", monotipia al trazo, 215x145cm
"Labriega sencilla", monotipia al trazo, 215x145cm
"Infantas Salas", monotipia al trazo, 215x145cm
"Ninfas", monotipia al trazo, 215x145cm
"LAs tres Marcias", monotipia al trazo, 215x145cm
"Marcia Kahlo", monotipia al trazo, 215x145cm
"Marcianina", monotipia al trazo, 215x145cm
"Mi corazón es un mango", monotipia al trazo, 215x110cm
"Músculos", monotipia al trazo, 200x100cm
"Papa canguro", monotipia al trazo, 215x110cm
domingo, 17 de agosto de 2014
Arte Aplicado
La nueva apuesta de Aldo Nero, arte aplicado, dos de los monotipos al trazo, Marbol y Sapito dorado, en las bolsas de sus zapatos.
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