“Hay que cultivar mujeres valientes”
Entrevista
con la artista plástica Marcia Salas Vargas, galardonada con el Premio Nacional
de Cultura Francisco Amighetti de Artes Visuales 2015
Ministerio de Cultura y Juventud destaca a Salas
Vargas como parte de las conmemoraciones del próximo Día Internacional de la
Mujer, 8 de marzo.
San José, 07 de marzo de 2016. El camión de la mudanza estaba pronto a llegar a su destino. Era
el año de 1975, y el día de Navidad estaba muy cerca. Mis hermanos y yo íbamos
sobre colchones en la parte trasera de aquel camión; era de madrugada, y los
rayos del sol se colaban entre las piezas de madera que formaban aquella
estructura; lo que nos permitía admirar aquel hermoso paisaje al amanecer.
A
lo lejos se veían las montañas sobre el Río Térraba; de pronto, alcancé a ver
las palmeritas que se asomaban sobre la cordillera, por encima de aquel río,
que parecía una serpiente. Como yo no conocía serpientes, en aquel momento
imaginaba que aquel caudal asemejaba una gran lombriz; de esas sí había visto
bastantes en la ciudad.
El
primer día, después de la mudanza, descubrimos un patio maravilloso; donde
conocí las plantas de yuca, el mamón chino, diferentes árboles frutales propios
de aquella zona e incluso un sitio mágico, que luego bautizamos como “el bosque
de los limones”; un espacio abierto donde había decenas de árboles de limón
dulce, cargados de dulces frutos, cuyas ramas rozaban el piso y formaban
cuevas. Paso Canoas era un sitio especial, donde nos rodeábamos de niños muy
sencillos, podíamos andar a caballo, vivíamos entre vacas y hasta toros;
también fue donde conocimos la devoradora marabunta.
Al
menos una vez al mes, papá viajaba con nosotros a San José, y tal vez eso fue
lo que me hizo comenzar a pensar más en el arte: el paisaje que se proyectaba
en la ventana del carro y que observé con tanta atención; en lo que viajaba,
veía los caballos y las vacas enmarcados en aquella ventana y precisamente la
pintura es lo que más se le parecía a aquel paisaje.
Se describe a
sí misma como una persona simple, sencilla, proveniente de un hogar humilde, de
padres que le inculcaron una educación basada en valores; así es Marcia Salas
Vargas, galardonada con el Premio Nacional de Cultura Francisco Amighetti de
Artes Visuales en la Categoría Bidimensional, por la exposición “Pecado
Original”, la más reciente muestra de una serie de autorretratos, en la técnica
de grabado, que “elabora una propuesta muy sugestiva del revestimiento por
medio del vestido del estereotipo femenino del modelo estructurado”, según destacó
el jurado del galardón.
“Pecado
Original” se une a un grupo de muestras en las que la artista “exorciza su
celulitis y sobrepeso a través de una serie de autorretratos, donde el
mordiente es el trazo y la repetición la cura”, tal como lo indicó su creadora.
La serie inició en el 2000 con “Virtudes y pecados”; continuó en 2002, con “La
virtud de pecar” y en 2005 llegó a ofrecer “Pecados virtuales”, muestra con la
que Salas recibió el Premio Nacional Aquileo J. Echeverría de Artes Plásticas.
Después de su
experiencia familiar en Paso Canoas, Salas regresó a San José, cuando entró a
la Universidad de Costa Rica, en 1985, a la edad de 17 años. En aquel entonces,
ingresó a la Escuela de Artes, específicamente Arte Gráficas; sin embargo, se
dio cuenta que esa carrera no la satisfacía, por lo que decidió estudiar las carreras de Pintura y Grabado.
Hasta la
fecha, Salas ha ofrecido 21 exposiciones individuales y ha participado en 90
exhibiciones colectivas; asimismo, ha recibido nueve premios nacionales y tres internacionales.
El
“Pecado Original” de Marcia. El taller de
la artista Marcia Salas, es un aposento en su casa de habitación, ubicada en
los alrededores del Barrio Roosevelt. Se trata de una casa en la que
inicialmente se abrió espacio total al taller, pero que con el paso de los
años, la extensión del área de trabajo empezó a reducirse para dar cabida a una
familia, integrada por ella, su esposo, Minor Arias; su pequeña hija, María del
Mar, e incluso su mascota, una perrita llamada Frida; todos, personajes
representados en la muestra “Pecado Original”.
En ese
taller, conviven armoniosamente las pinturas y los pinceles, su mesa de
trabajo, las prensas para los grabados, los juguetes de María del Mar, y sus
dibujos; los recortes de periódicos, los zapatos y hasta la ropa colgada, que
se seca con el calor del sol; reflejo del contexto familiar en que se
desarrolló “Pecado original”.
En las obras
que conforman la muestra, se puede encontrar a su “Evo”, Minor Arias, que le
ofrece a Marcia una manzana; ella se voltea y le entrega una sopa de frijoles;
metáfora del intercambio. “Es esta colección no solo se incluye la desnudez,
sino que se muestra a la mujer como una fantasía, con sus vestimentas e
involucrando también el folclore”, agregó la artista.
María del Mar
representa a su “menina” en una de las obras de la colección, junto a su
sobrina; mientras que Frida toma un papel secundario en dos de las obras de la
artista, “Labriega sencilla” la “Las Infantas Salas”.
La
circunstancialidad de la belleza. Descrita a sí
misma como “amante de la buena cocina y gordita desde sus primeros pasos”,
Salas afirma que la belleza “es un punto de vista y es circunstancial, porque a
través de la historia, las medidas de lo que es bello, cambian. La belleza es
muy relativa; hay una magia de fondo, que tiene la personalidad de cada ser,
que en su interior lo hace ser hermoso, siempre”.
“Uno a los
veinte años tiene la belleza de la juventud, pero a los ochenta, esa belleza ya
se ha ido; sin embargo, a los ochenta años, también podemos ser muy bellos y
encantadores, entonces, depende del punto de vista”, afirmó.
“Tenemos que
educar a la niñez y a la juventud a ver más allá de los estereotipos. Me da
mucha esperanza e ilusión la niñez, porque por ejemplo, mis exposiciones
estuvieron disponibles en el Museo de los Niños, por lo que fueron contempladas
por muchos niños y niñas, y nunca se censuraron. Llegaban las mamás con sus
niños a observar las obras”, agregó la artista.
“Lo más
importante es educar, porque siempre habrá personas que nunca van a salir de
los estereotipos, pero una nueva población, con un nuevo punto de vista, es
nuestra salvación”, indicó.
Mujeres
empoderadas. En el marco del Día Internacional de la
Mujer, que se conmemora el 8 de marzo, Marcia Salas explicó que la mujer de hoy
“tiene que ser auto determinada. Definitivamente. Ser gestora de sí misma; no
esperar que alguien le solucione la vida. Decir, voy a hacer esto y lo hago,
porque no podemos pretender que el papá, la mamá o el gobierno, hagan las cosas
por uno”.
“Una vez gané
un premio en la escuela, por un retrato de mi familia. Me premiaron con una
antología de Pablo Neruda, un libro muy grueso, como nunca antes había visto.
Al final del patio, sobre una piedra, abrí el libro y me encuentro el poema
“Veinte”, lo leo, y pienso “¿Qué es esto tan precioso? Es como un cuento lleno
de espacio, donde puedo hacer dibujitos alrededor”. Corrí a la biblioteca de mi
papá y saqué todos los libros de poesía que me encontré. La referencia de que
era poesía no eran en sí las palabras, sino la cantidad de espacio blanco que
enmarcaba aquellos textos. En eso veo “Los pasos terrestres”, de Julieta
Dobles, acompañado con los dibujos de Sonia Romero. Aquellos dibujos
maravillosos eran divinos y sustanciosos, por lo que traté de copiar cada una
de aquellas estampas, con el deseo de algún día poder llegar a dibujar como
Romero”, expresó Salas.
“Si una niña
decide ser artista, indiferentemente de lo que suceda en su entorno, lo va a
llegar a ser, porque la decisión es superior a la mecánica; cuando uno quiere
algo y trabaja por eso, lo llega a cumplir. Eso es lo que pienso, hay que
cultivar mujeres valientes”, concluyó la galardonada.
Los Premios
Nacionales de Cultura son galardones que otorga anualmente el Estado
costarricense, a través del Ministerio de Cultura y Juventud, para reconocer la
trayectoria de trabajo, esfuerzo, tenacidad y la excelencia a la que han
llegado personas, grupos artístico-culturales, intérpretes populares, así como
otras organizaciones de base comunal, en diferentes disciplinas culturales.
La gala de entrega de los
Premios Nacionales, tendrá lugar el 25 de mayo, a las 7 p.m., en el Teatro
Nacional de Costa Rica.
Producción
- Oficina de Prensa y Comunicación - MCJ / Consecutivo 074 / FEM / 07-03-2016